Aquella noche tenía un libro frente a mis ojos, me encontraba sentado en el parque donde ví a esa mujer vestida de blanco. Fuí ahí con el deseo de verla nuevamente pero llevaba 4 horas y no mostraba rastro.
Cuando estaba a punto de perder las esperanzas un vagabundo se sentó a mi lado y yo sin prestar atención continue con mi lectura. De pronto comenzó a decir unas palabras que no comprendí nos quedamos mirando fijamente y en mi mente sonaron las siguientes frases:
-Si tu me ayudas a cumplir mi sueño y tener un amigo yo seré tu guardián y te acompañaré hasta el fin de tu aventura-
Solo moví la cabeza arriba-abajo como señal de afirmación.
El extraño hombre se transformó en un bello perro labrador, yo sabía que el sería mi amigo más fiel.
Cada vez estaba menos solo, pero faltaba lo más importante aún.
miércoles, 27 de febrero de 2008
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